La función principal de un presentador es dar ritmo al evento para que los mensajes y contenidos sean más fluidos y para reforzar las ideas clave. Para ello es fundamental establecer una conexión con los asistentes al evento.
Un buen presentador es una persona resolutiva en el escenario, con experiencia y capacidad de improvisación. Y muy importante, sin incurrir en el protagonismo excesivo, ya que los protagonistas son la empresa, el producto y los asistentes al evento.
El presentador de un evento debe tener humor, simpatía y saber llevar el control ya que es el encargado de resaltar la figura de los participantes, de los organizadores y de los invitados.
En la fase de preparación, es esencial comunicar al presentador el mensaje y el tono del evento que queremos transmitir y hacerlo en el lenguaje apropiado, insistiendo en aquello en lo que hay que insistir y también en aquello que tenemos que evitar. También es importante saber qué tipo de público asistirá, quiénes intervendrán, y, muy importante el formato del evento (espacio, disposición de los asistentes, escenario,..)
Nuestro consejo es que no debes dejar la presentación de tu evento en manos de una persona que no esté cualificada, confía esta labor a un verdadero profesional.
En Circodelia podemos asesorarte, ya que contamos con los profesionales adecuados para cada tipo de evento.
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